AMOR QUE SANA EL ABANDONO. Oración de los padres por sus hijos

Oramos para que nuestros hijos nunca duden de esto:

que son amados por nosotros y sostenidos por Dios.

Padre Dios, fuente de todo amor verdadero,

hoy venimos ante ti como padre y madre,

con el corazón lleno de gratitud y de deseo profundo:

amar a nuestros hijos como tú los amas,

con un amor que no abandona, que no olvida,

que sostiene incluso en los silencios y en las noches oscuras.

Te pedimos la gracia de amar como María,

con ternura, con firmeza, con fe.

Y de amar como San José, con presencia silenciosa,

con trabajo escondido, con la dignidad de quien cuida lo sagrado.

Señor, tú conoces las heridas que pueden marcar la infancia:

el rechazo, la indiferencia, la falta de afecto.

No permitas que nuestros hijos crezcan sintiéndose solos,

ni que confundan el silencio con el abandono.

Enséñanos a mirar sus corazones,

a abrazar sus fragilidades,

a ser reflejo de tu amor incondicional.

Jesús, tú que fuiste niño,

que recibiste el abrazo de tu Madre y la protección de José,

entra en la historia de nuestros hijos.

Camina con ellos, consuélalos en sus miedos,

y hazles sentir que nunca están solos.

Desde su concepción, tú, Padre Providente,

les has confiado un ángel custodio.

Hoy te pedimos que ese ángel los acompañe en cada paso,

que los defienda de todo mal,

que les susurre en el alma que son amados,

que les recuerde que tienen un hogar en tu corazón.

Espíritu Santo,

enséñanos a ser padres según tu sabiduría,

a corregir sin herir, a guiar sin imponer, a amar sin condiciones.

Que nuestros hijos crezcan sabiendo que además de nuestro amor humano,

los envuelve tu Amor eterno,

que no falla, que no se agota,

que los llama por su nombre y los sostiene.

Todo esto te lo pedimos,

en el nombre santo de Jesús,

por intercesión de María Santísima y San José,

y bajo la custodia de sus santos ángeles.

Amén.

®PiedrasVivas