¿Cuál es el origen de la Cuaresma de San Miguel Arcángel?

La Cuaresma de San Miguel Arcángel tiene sus raíces en la vida profundamente penitente y contemplativa de San Francisco de Asís, uno de los santos más luminosos y radicales en su amor por Cristo. En su búsqueda de una entrega total, San Francisco percibió que entre los dos grandes tiempos penitenciales del calendario litúrgico —la Cuaresma que prepara la Pascua, y el Adviento que anticipa la Navidad— había un espacio espiritual que quedaba sin una devoción específica. Para él, ese “vacío” no era indiferente: era una oportunidad para intensificar la oración, la penitencia y la comunión con Dios.

Movido por esta intuición, San Francisco comenzó a dedicar los 40 días previos a la festividad de San Miguel Arcángel (29 de septiembre) a una cuaresma personal, marcada por el ayuno, la soledad y la contemplación. Este período iniciaba el 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen María, y se extendía hasta la fiesta de los tres arcángeles. En este tiempo, Francisco se retiraba al Monte Alvernia, donde vivía en profunda unión con Dios, acompañado por la intercesión de los ángeles. Según sus biógrafos, fue precisamente durante esta cuaresma que recibió los estigmas, signo místico de su unión con Cristo crucificado.

San Francisco pertenecía a la Orden de los Penitentes, y vivía esta cuaresma como una expresión de amor radical, ofreciendo su cuerpo y alma como sacrificio vivo. Su devoción a San Miguel Arcángel, protector de las almas y defensor del Reino, lo llevó a consagrar este tiempo como una preparación espiritual para la victoria de Dios sobre el mal.

Con el paso del tiempo, esta práctica personal se convirtió en una devoción popular entre los fieles, especialmente entre quienes desean intensificar su vida espiritual, pedir protección en momentos de lucha, y consagrarse a la intercesión de San Miguel. Aunque tradicionalmente se celebra del 15 de agosto al 29 de septiembre, nada impide que se viva en otro momento del año, según las necesidades espirituales de cada persona o comunidad.

🙏 Oraciones para la Cuaresma

Al tratarse de una devoción libre, cada fiel puede elegir las oraciones que más resuenen con su corazón. Sin embargo, ofrecemos aquí una guía que puede ayudarte a estructurar tu oración diaria:

• Oración a San Miguel Arcángel

• Letanías de los Ángeles

• Coronilla de San Miguel

• Oración a la Virgen Reina de los Ángeles

• Lectura bíblica breve y meditación

• Intención diaria de intercesión

• Oración final de consagración

  
  

Puedes rezar una, varias o todas estas oraciones cada día, según tu tiempo y disposición. Lo importante es que este período sea vivido con sinceridad, apertura y deseo de conversión. Que San Miguel te acompañe en este camino de esperanza, y que su espada de luz te defienda en cada batalla interior.