“Llamados a vivir como don”

La Cuaresma a San Miguel es un tiempo de combate espiritual, pero también de escucha profunda. No solo se trata de resistir al mal, sino de abrir el corazón al llamado de Dios, que nos convoca a vivir como don, en la forma concreta que Él ha soñado para cada uno. Esta semana, nos adentraremos en la oración por las vocaciones, no como estructuras externas, sino como respuestas vivas al amor que nos llama.

“La vocación cristiana es, por su naturaleza, vocación al apostolado.” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 864)

San Miguel, defensor del misterio de Dios, nos enseña que toda vocación verdadera nace en la adoración y se fortalece en la obediencia. Desde el silencio del claustro hasta el bullicio de la familia, desde el altar hasta la calle, cada camino puede ser fecundo si está unido a Cristo.

San Juan Pablo II lo expresó con fuerza profética:

“La vocación es un don de Dios que exige una respuesta libre y generosa. Es una elección que compromete toda la vida.” (Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, 1996)

Esta semana, bajo el amparo de San Miguel Arcángel, oraremos por cada forma de entrega, para que el Espíritu Santo renueve los llamados, fortalezca los pasos y fecunde la historia. Que cada vocación sea semilla de comunión, combate y esperanza.