TRANSFORMANDO EL YUGO HEREDITARIO EN OPCIONES
- rccrecreo
- 13 dic 2020
- 2 Min. de lectura

TRANSFORMANDO EL YUGO HEREDITARIO EN OPCIONES
“[...] Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la iniquidad del país en los niños, hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian, pero uso misericordia hasta la milésima generación con los que me aman y guardan mis mandamientos” (Dt 5,9-10).
La llamada comúnmente “sanación intergeneracional” nos muestra que las palabras y los actos negativos de nuestros antepasados pueden, de alguna manera, estar pesando sobre nuestras familias y nuestras vidas. ¡También pueden llegar a resentir nuestras generaciones futuras! Alguien necesita hacer algo ... ¡y ese alguien eres tú! Hay que levantarse, en oración humilde, pero cargada de parresia, para convertir todo yugo hereditario en elecciones bendecidas.
Cuando oramos pidiendo sea quebrado el yugo hereditario, tenemos la oportunidad de convertir los vínculos con esas raíces perturbadoras (raíces de pecado y enfermedad, desgracia y fracaso, derrota, infelicidad y maldición) en una fuente de bendiciones familiares.
No nos corresponde a nosotros juzgar nuestros antepasados vivos y difuntos, sino sumergirlos en la misericordia divina, especialmente en la Santa Misa. Y cuidado: no importa cuánto nuestros antepasados se hayan equivocado o nos hayan influido. Siempre hay oportunidades para elegir patrones de comportamiento saludables, sin importar bajo qué circunstancias.
Cora Coralina tenía 76 años cuando escribió su primer libro. Estas son las palabras de la poetisa y cuentista de Goiania: “Soy esa mujer a la que el tiempo ha enseñado mucho. Enseñó a amar la vida y no abandonar la lucha, empezar de nuevo en la derrota, renunciar a las palabras y pensamientos negativos. Creer en los valores humanos y ser optimista”. No creas que es demasiado tarde para cambiar el curso de tu vida y convertir las maldiciones familiares en bendiciones.
Oración
Señor Jesucristo, renuncio ahora, en Tu Nombre, a toda la maldición que me vino por línea paterna o materna, a todo yugo hereditario, a todo pecado de brujería, a todos los espíritus malignos que fueron asignados para acompañar mi línea familiar, imponiendo opresión, falsas enfermedades y divisiones en nuestra historia. Rechazo todos los espíritus inmundos que han pasado por las generaciones pasadas y te suplico Señor que los envíes lejos de todo mi árbol genealógico. Que mi familia sea una viña muy fructífera, plantada en tu casa, Señor, y mis hijos, sarmientos de olivo alrededor de tu mesa. Amén.
p. Marlon Mucio
Comentarios