La Compasión según el Papa Francisco: El Rostro humano de Dios
- rccrecreo

- 18 ago
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®Piedras Vivas
En tiempos marcados por la indiferencia, el aislamiento y el dolor, el Papa Francisco ha insistido una y otra vez en recuperar una virtud profundamente cristiana: la compasión. No como un sentimiento superficial, ni como una emoción pasajera, sino como una forma de vida que nace del corazón de Dios y se encarna en el seguimiento de Jesús.
En sus palabras, la compasión es “una de las virtudes, por decirlo así, un atributo que tiene Dios”. Es el modo en que el Padre se acerca a la humanidad herida, y el modo en que los cristianos estamos llamados a acercarnos a los demás.

Cinco rasgos de la compasión cristiana según Francisco
1. La compasión se inclina, no explica
Francisco insiste en que Jesús no vino a dar respuestas teóricas al sufrimiento, sino a inclinarse ante él.
“Jesús no explica el sufrimiento, sino que se inclina hacia el que sufre. No se acerca al dolor con alientos genéricos, sino que acoge su drama, dejándose tocar por él.”
La compasión verdadera no se queda en palabras. Se acerca, se involucra, se deja afectar.
2. La compasión es activa, no pasiva
No basta con “sentir lástima”. La compasión, para Francisco, implica acción concreta: tocar, curar, consolar, levantar.
“La compasión de Dios no es tener lástima. Es meterse en el problema, en la situación del otro, con su corazón de Padre.”
Es una compasión que transforma, que sana, que devuelve dignidad.
3. La compasión es el rostro de la misericordia
En su catequesis sobre la resurrección del hijo de la viuda de Naím, Francisco subraya que el milagro nace de la compasión.
“La misericordia toma aquí el nombre de una gran compasión hacia una mujer que había perdido al marido y ahora acompaña al cementerio a su único hijo.”
La compasión es el primer paso de la misericordia: mirar, conmoverse, actuar.
4. La compasión es inclusión
Francisco une compasión e inclusión como dos palabras clave del Evangelio.
“El sufrimiento y la enfermedad son adversarios que hay que afrontar, pero es importante hacerlo de un modo digno del hombre: ayudando a vivirlos en relación.”
La compasión no excluye ni juzga. Acompaña, abraza, integra.
5. La compasión es camino de santidad
Para Francisco, la compasión no es solo una virtud humana, sino una expresión de la santidad cotidiana.
“Dios se compadece. Apuesta su corazón por cada uno de nosotros.”
Quien vive con compasión, vive con el corazón de Cristo. Y eso es santidad.



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