Oración por la purificación de las facultades y los sentidos

Esta oración puede ser rezada por uno mismo o bien, invocando la autoridad natural, se puede rezar por los cónyuges o hijos menores de edad.

Señor Jesús, derrama sobre mí (él/ella) tu Preciosísima Sangre. Que se vierta sobre mi (su) mente, limpiando todo mal y oscuridad de pensamientos, imaginación y facultades de la mente; purificando todos los recuerdos y sueños. Tu Preciosa Sangre tiene poder para limpiarme, curarme y purificarme. Toca mis sentidos, Señor, limpiando todo mal.

Con el pulgar, la persona traza la señal de la cruz en las siguientes partes del cuerpo, preferiblemente con agua o aceite bendito. Esta oración, invocando su autoridad natural, pueden rezarla los laicos por sus cónyuges o hijos menores de edad.

• Marca del ceño: Marco el ceño † para que, por los méritos de Tu Preciosísima Sangre, acepte (aceptes) la Cruz del Señor.

  
  

• Marca de cada oreja:  Marco las orejas † para que, por los méritos de Tu Preciosísima Sangre, pueda (puedas) escuchar los preceptos divinos.

  
  

• Marca de cada ojo:  Marco los ojos †para que, por los méritos de Tu Preciosísima Sangre, pueda (puedas) ver la grandeza de Dios.

  
  

• Marca de cada fosa nasal:  Marco las fosas nasales † para que, por los méritos de Tu Preciosísima Sangre, pueda (puedas) percibir la dulce fragancia de Cristo.

  
  

• Marca de la boca: Marco la boca † para que, por los méritos de Tu Preciosísima Sangre, pueda (puedas) pronunciar las palabras de vida.

  
  

• Marca del corazón:  Marco el corazón † para que crea (creas) en Dios.

  
  

• Marca de cada hombro: Marco los hombros † para que, por los méritos de Tu Preciosísima Sangre, pueda (puedas) tomar el yugo de Su servicio.

Luego traza la señal de la cruz delante de todo el cuerpo, sin tocarlo, diciendo:

Signo y marco todo mi (tu) ser en el nombre del Padre † , y del Hijo † , y del Espíritu Santo † , para que tenga (tengas) vida eterna y viva por los siglos de los siglos.

R. Amén

Padre del Cielo, aleja de tu siervo (sierva) toda obra del Maligno. Infunde en mí (él /ella) tu Espíritu de paz, para que, protegido por el Santo Paráclito, crezca en la fe, la esperanza y la caridad. Protege y purifica nuestras almas. Tú eres El Todopoderoso, y te glorificamos con Tu Hijo y Tu Santísimo Espíritu vivificante por siempre.

Oración en base a texto de "Catholic Handbook of Prayers for Spiritual Liberation & Exorcisms" del padre Winston Cabading