Oración de sanación en el Amor Trinitario

Padre Celestial, fuente de toda vida y bondad,

te doy gracias por amarme desde siempre,

por enviarme a tu Hijo Jesucristo, para salvarme, liberarme y restaurarme.

Confío en tu misericordia que me recibe,

en tu providencia que me cuida,

y en tu amor de Padre que transforma mi corazón.

Padre bueno,

dame un corazón nuevo,

quita de mí el corazón de piedra y hazme dócil a tu voluntad.

Sana mi historia, mis vínculos, mis heridas.

Sana las huellas que dejaron los recuerdos rotos,

las emociones que aún me desbordan,

la ansiedad que me inquieta,

el rencor que me encierra,

los vicios que me esclavizan

y las relaciones familiares que necesitan tu paz.

Jesús, Hijo amado, Redentor y Médico divino,

por tus santas llagas hemos sido curados.

Toca con tus manos encarnadas cada rincón de mi ser.

Cúbreme con tu preciosísima Sangre,

desde la coronilla hasta la planta de los pies.

Purifica lo que está enfermo,

restaura lo que fue dañado, y libera lo que está atado.

Sana mi cuerpo, mi mente, mis emociones,

y haz de mi historia herida un testimonio de tu amor.

Espíritu Santo, fuego que consuela y santifica,

ven y habita en mí.

Satura mi ser con tu presencia,

con tu paz, tu alegría y tu luz.

Renueva mi interior, capacítame con tus dones,

y hazme instrumento de sanación y comunión.

San Miguel Arcángel, defensor en la batalla,

protégeme en este combate interior,

guía mis pasos hacia la luz,

y acompáñame en este camino de sanación.

Todo esto te lo pido, Padre,

en el nombre de tu Hijo Jesucristo,

por la fuerza del Espíritu Santo.

Amén.